La historia fue narrada por
la abuela de Gonzalo Medina. De entre todas sus vivencias tras cuarenta y dos
años de matrimonio, ella seleccionó un episodio vivido por su hijo y sus amigos durante su
infancia en la casa del campo.
El padre de nuestro
compañero era un joven sociable y aventurero, que quiso vivir una aventura pero
no le salió.
Era de noche, en el campo
de la abuela y el joven Medina se disponía a acampar junto a sus amigos, cerca de
la casa, por orden de sus padres. Pero la curiosidad hizo que se fueran con su
carpa hacia otro lugar, al lado del baño de las ovejas, atravesando el campo.
Los muchachos no sabían que se avecinaba una tormenta y continuaron camino en
la oscuridad de la noche… Los abuelos de Gonzalo dormían tranquilos sin
imaginar los que estaba pasando.
Hacia las tres de la mañana
bajo la lluvia, relámpagos y truenos se encontraron solos en la noche.
Los jóvenes volvieron a la
casa, empapados y con frío. Al otro día contaron lo que habían vivido.